Por Noel Bonilla Chongo
De la serie Reflexiones matinales de lunes
Una teoría de la danza comprende una serie de presupuestos muy interrelacionados acerca de la danza. Presupuestos que nos ayudan a explicar aspectos como: los procesos creativos, las relaciones entre conciencia (razón, conocimiento), emoción y el cuerpo; cómo se aprende a bailar y el significado del movimiento. También, cómo la danza suele comunicarse con el espectador y con quien la ejecuta.
Cada bailarín y coreógrafo tiene una "teoría" acerca de la danza y la creatividad (incluso cuando pudiera no estar explícito para ellos) Mientras mayor sea el conocimiento del bailarín y el coreógrafo, será más rica su inspiración motivacional y su arsenal de herramientas para desafiar la creación coreográfica. Sin entendimiento, sin conocimiento de la historia de la danza y sin análisis crítico, ni bailarín ni coreógrafo, podrán saber qué es lo innovador, ni porqué.¡Ay de esas crisis de creatividad cuando coreógrafos y bailarines no quieren hacer del movimiento la fuerza motora de la danza o cuando solo intentan debilitar el accionar movimental en el espacio escénico por injustificados antojos y devaneos ignorantes!
Adoro que la danza, incluso cuando se desplaza hacia otros terrenos, se resuelve desde las peripecias cambiantes del cuerpo en juego y de una corporalidad que esclarece sus trayectorias espaciales desde la acción. "Sin" normas, "sin" fórmulas, "sin" modelos. Si la danza sigue rígidamente algún modelo, la creatividad sufrirá. La apertura a diversas tendencias y experiencias, conducirá a la innovación creativa. Ah, recordar que, por un lado, no debe haber "modelos tradicionales" en un mundo que cambia y se renueva cada día; por otra parte, tampoco "modelos contemporáneos" impuestos por algún efecto de moda.
Donde hay una forma, ahí está el límite. Ninguna forma como forma, ningún límite como límite. Quiérase que algún día se entienda que al componer, al escribir desde y para el cuerpo, se logrará más con lo que se tiene, no con aquello que se carece.
Entonces, en la medida que ( bailarines, coreógrafos, críticos, academias, instituciones q legitiman, TODES, etc.) nos pensemos como "sujetos de comunicación" (en tanto, "de expresión" ya lo seamos), sabremos la importancia de buscar fuentes confiables, de contrastar la información que emerge de las fuentes antes de publicitar, usar, manipular, socializar la noticia o cualquier producción simbólica.
Todos tenemos potencialidades para erigirnos como supuestos sujetos comunicantes, solo que quien se encarga de jerarquizar, legitimar, avalar la noticia, el producto, etc., tiene que tener un alto grado de compromiso responsable, leal, sin tendenciosidad ni chovinismo.
La institución, tras el rescate de su lugar y liderazgo, debe luchar desde el compromiso que implica su rol de acompañante, de legitimación en su servicio público.
En la danza escénica, también se requiere de la generación de opinión; producir contenidos, criticalidad y jerarquías desde el multilateralismo.
La danza hoy, como todo, se adapta, reacomoda, sufre, goza y evoluciona. En ocasiones son mayores sus progresos, otras (demasiada) no ocurre así. Se necesitan de muchas buenas voluntades, pero sobre todo, del talento y discernimiento de sus artistas, teóricos, ...
Creación y teoría danzaria, cohabitan desde y en su ámbito compartido.
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